Milett y Lucía: Dos amigas que cuidan el medio ambiente
Capítulo 1: Lima la ciudad gris.
Milett era una niña que vivía en Lima, la capital de Perú. Lima era una ciudad muy grande y muy contaminada. Todos los días veía cómo el humo de los autos y las fábricas cubría el cielo de gris, cómo la basura se acumulaba en las calles y los ríos, y cómo los árboles y las flores se marchitaban por falta de agua y aire limpio. Milett se sentía triste y preocupada por el futuro de su ciudad y de su país.
Un día, mientras iba al colegio con su abuela, vio a una niña que recogía unas latas de aluminio del suelo. Milett se acercó a ella y le preguntó qué hacía.
- Estoy reciclando – respondió la niña.
- ¿Reciclando? ¿Qué es eso? – preguntó Milett.
- Es una forma de cuidar el medio ambiente. Las latas de aluminio se pueden volver a usar para hacer otras cosas. Así se evita que se conviertan en basura y que contaminen más – explicó la niña.
- ¿Y por qué haces eso? – preguntó Milett.
- Porque me gusta el medio ambiente y quiero ayudar a protegerlo. Además, con las latas que reciclo puedo ganar algo de dinero – dijo la niña.
- ¿De verdad? ¿Cómo? – preguntó Milett.
- Ven, te lo mostraré – dijo la niña y la invitó a seguirla.
Capítulo 2: El centro de reciclaje.
La niña llevó a Milett a un centro de reciclaje que estaba cerca del colegio. Allí había unas máquinas que recibían las latas de aluminio y las pesaban. Por cada kilo de latas que entregaban, les daban un vale que podían canjear por dinero o por productos ecológicos.
Milett quedó impresionada al ver el centro de reciclaje. Le pareció una idea genial y muy útil. La niña le explicó que no solo se podían reciclar las latas de aluminio, sino también otros materiales como el papel, el plástico o el vidrio. Milett le preguntó cómo sabía todo eso. La niña le dijo que lo había aprendido en un club verde al que pertenecía.
- ¿Un club verde? ¿Qué es eso? – preguntó Milett.
- Es un grupo de niños y niñas que nos gusta el medio ambiente y que hacemos actividades para cuidarlo y para enseñar a otros a hacerlo – dijo la niña.
- ¿Y dónde está ese club verde? – preguntó Milett.
- Está en el colegio. Nos reunimos todos los viernes después de clases – dijo la niña.
- ¿Y puedo ir yo también? – preguntó Milett.
- Claro que sí. Te invito a que vengas mañana. Te va a gustar – dijo la niña.
Capítulo 3: El club verde.
Al día siguiente, Milett fue al club verde con la niña, que se llamaba Lucía. Allí conoció a otros niños y niñas que compartían el interés por cuidar el medio ambiente. Ellos le dieron la bienvenida y le explicaron lo que hacían en el club. Entonces Milett se entusiasmó al ver cómo los demás niños se divertían haciendo cosas buenas por el planeta. Luego Milett participó en algunas de las actividades. Milett ayudó a hacer carteles sobre el reciclaje, a preparar una obra de teatro sobre el cambio climático, a organizar una campaña de limpieza en el parque, y a plantar semillas en unas macetas hechas con botellas recicladas.
Milett se dio cuenta de que Lucía tenía razón. El club verde era muy divertido y que podía involucrar a más niños de su edad.
Capítulo 4: El cambio.
Los días pasaron y Milett se convirtió en una fiel integrante del club verde. Cada vez aprendía más sobre el medio ambiente y cómo cuidarlo. También difundía su mensaje a su familia, amigos, vecinos y maestros. Poco a poco, la ciudad empezó a cambiar. La gente se concientizó sobre la necesidad de reducir la contaminación y el consumo de recursos. Los autos y las fábricas usaban combustibles más limpios, la basura se separaba y se reciclaba, el agua se ahorraba y se reutilizaba, y los espacios verdes se multiplicaban.
Milett estaba muy feliz al ver el cambio. Se sentía orgullosa de haber aportado su granito de arena. También estaba muy agradecida con Lucía por haberle mostrado el camino. Milett y Lucía se habían convertido en grandes amigas y seguían trabajando juntas por el medio ambiente.
Mensaje de la historia de Milett y Lucía.
La historia de Milett y Lucía nos enseña que todos podemos contribuir a cuidar el medio ambiente. No importa si somos grandes o pequeños, si vivimos en una ciudad o en el campo, si tenemos mucho o poco. Lo que importa es que tomemos conciencia de los problemas que afectan al planeta y que actuemos de manera responsable y solidaria. Así podremos disfrutar de una ciudad más verde y más sana para nosotros y para las generaciones futuras.
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