Cuentos Andinos

Romel, el ratón al que no le gustaba bañarse

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Capítulo 1: Romel el ratón al que no le gustaba bañarse.

Había una vez un pequeño ratón llamado Romel. Era un ratón muy inteligente y astuto, pero había una cosa que no le gustaba nada: bañarse. Romel creía que el agua era fría y que no había necesidad de bañarse, ya que su pelaje estaba limpio. Por eso, siempre se escondía cuando llegaba la hora del baño.

Capítulo 2: El primer intento para bañarlo.

Un día, la mamá de Romel decidió que era hora de que su hijo tomara un baño. Ella lo llamó, pero Romel se escondió debajo de la cama. Su mamá buscó por todas partes, pero no lo encontró. Finalmente, después de un rato, Romel decidió salir y se enfrentó a su mamá. Pero ella no se rindió y lo llevó al baño. Desafortunadamente, Romel luchó y se escapó antes de que pudiera ser bañado.

Capítulo 3: Un pequeño aprendizaje.

Después de ese primer intento fallido, la mamá de Romel decidió darle un poco de espacio para que pudiera entender por qué era importante bañarse. Romel, sin embargo, seguía pensando que no era necesario. Pero, un día, después de haber estado corriendo y jugando en el jardín, se dio cuenta de que estaba lleno de tierra y ramitas. Se sintió incómodo y decidió que quizás, después de todo, tomar un baño no era tan malo.

Capítulo 4: El baño exitoso.

La mamá de Romel notó el cambio en su actitud y decidió darle otra oportunidad. Esta vez, sin embargo, ella se aseguró de que el agua estuviera tibia y de que todo estuviera listo para que Romel se sintiera cómodo. También le dio un poco de queso para que lo disfrutara mientras estaba en el agua. Romel se sintió tan relajado y cómodo en el agua tibia que incluso olvidó que estaba bañándose. Cuando salió del agua, se sintió fresco y limpio, y se dio cuenta de que no era tan malo después de todo.

Desde entonces, Romel se bañaba regularmente y disfrutaba de su pelaje limpio y brillante. Aprendió que bañarse no era tan malo y que a veces es necesario para mantenerse saludable y feliz. Y aunque todavía no le gustaba la idea de bañarse, sabía que siempre se sentiría mejor después de hacerlo.

Romel, el ratón al que no le gustaba bañarse

Nos enseña que bañarse es importante para mantenernos limpios y saludables. Cuando nos bañamos, eliminamos la suciedad y el sudor de nuestro cuerpo, y esto ayuda a prevenir enfermedades y infecciones en nuestra piel. Además, bañarnos también ayuda a relajarnos y a sentirnos frescos y cómodos. Por eso, es recomendable bañarse todos los días o con la frecuencia que tu mamá o papá te indiquen. ¡Así podrás jugar y divertirte sin preocupaciones!


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Julissa Chuctaya Cabrera

Hola! Soy Julissa. Fomentar la lectura en los niños es importante porque les ayuda a desarrollar habilidades lingüísticas, aumentar su vocabulario, estimular su imaginación y creatividad, mejorar su comprensión lectora y, en general, enriquecer su conocimiento y su capacidad de aprendizaje.

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