Las alas de Rapalomo
En el mágico Bosque de los Sueños, donde todo es posible, vivía una rana muy especial llamada Rapalomo. Todos los días, Rapalomo se sentaba en su piedra favorita junto al estanque y miraba con asombro a las palomas que volaban por el cielo azul.
“¡Cómo me gustaría volar como ellas!”, suspiraba Rapalomo, mientras sus ojos seguían el gracioso vuelo de las aves.
El sueño de Rapalomo hecho realidad.
Una noche, mientras dormía sobre su hoja de nenúfar, Rapalomo tuvo un sueño maravilloso. Soñó que volaba alto, muy alto, junto a sus amigas las palomas. Al despertar, sintió una extraña sensación en su espalda.
¡No podía creerlo! De su lomo verde habían brotado dos hermosas alas blancas, suaves como las nubes. Rapalomo estaba tan emocionado que dio un gran salto de alegría.
Con algo de nervios, pero lleno de ilusión, Rapalomo extendió sus nuevas alas y las agitó con fuerza. Poco a poco, se elevó sobre el estanque. Al principio, volaba un poco tembloroso, pero pronto aprendió a planear con gracia.
Desde ese día, Rapalomo pasaba sus mañanas nadando en el estanque con sus amigos ranas, y por las tardes volaba con las palomas, compartiendo el cielo y viviendo aventuras increíbles.
Rapalomo había aprendido que en el Bosque de los Sueños, si crees con todo tu corazón, tus deseos pueden hacerse realidad.
Moraleja:
“Los sueños pueden hacerse realidad si crees en ellos y perseveras.”